Estopa - Como Camaron (1999)
21 nov 2011 at 22:40
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Estopa
Superior a mí
es la fuerza que me lleva en el pulso que mantengo
con la oscuridad que tiñen de oscuro tus ojos negros.
Y qué me cuentas del tiempo que pasa en su pestañeo
y que me trae por esta calle de amargura y de lamento.
Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara
tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.
Tan despacio y tan deprisa, tan normal y tan extraña.
Yo me parto la camisa como Camarón.
Tú me rompes las entrañas, me trepas como una araña.
Bebes del sudor que empaña el cristal de mi habitación
y después por la mañana despierto y no tengo alas.
Llevo diez horas durmiendo y mi almohada está empapada.
Todo había sido un sueño muy real y muy profundo.
Tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo.
Que no te quiero mirar.
Pero es que cierro los ojos y hasta te veo por dentro.
Te veo en un lado y en otro, en cada foto, en cada espejo
y en las paredes del metro y en los ojos de la gente,
hasta en la sopa más caliente. Loco yo me estoy volviendo.
Y a veces me confundo y pico a tu vecina,
esa del segundo que vende cosa fina.
Y a veces te espero en el bar de la esquina
con la mirada fija en tu portería.
Y a veces me como de un "bocao" el mundo.
Y a veces te siento y a veces te tumbo.
A veces te leo un beso en los labios
y como yo no me atrevo me corto y me abro.
es la fuerza que me lleva en el pulso que mantengo
con la oscuridad que tiñen de oscuro tus ojos negros.
Y qué me cuentas del tiempo que pasa en su pestañeo
y que me trae por esta calle de amargura y de lamento.
Que yo sé que la sonrisa que se dibuja en mi cara
tiene que ver con la brisa que abanica tu mirada.
Tan despacio y tan deprisa, tan normal y tan extraña.
Yo me parto la camisa como Camarón.
Tú me rompes las entrañas, me trepas como una araña.
Bebes del sudor que empaña el cristal de mi habitación
y después por la mañana despierto y no tengo alas.
Llevo diez horas durmiendo y mi almohada está empapada.
Todo había sido un sueño muy real y muy profundo.
Tus ojos no tienen dueño porque no son de este mundo.
Que no te quiero mirar.
Pero es que cierro los ojos y hasta te veo por dentro.
Te veo en un lado y en otro, en cada foto, en cada espejo
y en las paredes del metro y en los ojos de la gente,
hasta en la sopa más caliente. Loco yo me estoy volviendo.
Y a veces me confundo y pico a tu vecina,
esa del segundo que vende cosa fina.
Y a veces te espero en el bar de la esquina
con la mirada fija en tu portería.
Y a veces me como de un "bocao" el mundo.
Y a veces te siento y a veces te tumbo.
A veces te leo un beso en los labios
y como yo no me atrevo me corto y me abro.
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